Siempre sale el sol después de la tormenta

No hay dolor que sea eterno,
no hay llanto que sea eterno,
no hay odio eterno,
no hay rencor eterno,

porque un día, te deja de importar,
sin más,
y dejas de notar ese dolor,
dejas de soltar ese llanto,
dejas de sentir ese odio,
y dejas de guardar ese rencor,

un día llega el perdón,

-y que importante-

porque no llueve eternamente,
un día te levantas, sacudes el
pasado, y respiras, sorpresa,
vuelves a ser tú.

Ya ves, siempre sale el sol
después de la tormenta.


                                                                        M.

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