Despidiendo un año más
Hoy le digo adiós a un año más, pero antes, quiero dar las gracias por lo que he pasado éste año, malo y bueno, quiero dar las gracias a todas las enseñanzas que he tenido, a todos los palos que me he llevado, a todas las sonrisas que me han sacado, y a todo lo que también he logrado gracias a la constancia.
Quiero primero, darle las gracias a ti, A, si, a ti, porque como dice la canción "gracias por romperme en pedazos, así puedo verme mejor", gracias porque te fuiste, cuando más te necesitaba, y gracias a ello he salido del nido en el que estaba metida, y he cogido vuelo, tan alto, que ya no le tengo miedo a las alturas. Parecerá irónico pero no, realmente todo lo que has hecho después de dejarlo queriendo o sin querer, me ha dolido tanto, me ha hecho tantísimo daño, que imagínate lo mucho que ha tenido que doler, para que ya no duela, y no fue fácil, no ha sido fácil levantarme, pero gracias, porque gracias a ti, he descubierto que soy aún más fuerte de lo que pensaba. Y todo se lo debo a las personas que me han acompañado en éste larguísimo camino, gracias a mis amigas, a mis mosques por estar en cada momento al pie del cañón apoyándome en todo, gracias a las demás que no hace falta decir sus nombres para saber que han formado parte de éste aprendizaje, gracias a ustedes por no parar de hacerme reír, por el increíble verano que nos hemos pegado, por las noches en chipiona que han sido inigualables, por desvelarnos a las 6 de la mañana y sacar a paseo nuestra imaginación para hacer de las nuestras. Gracias a mi familia, porque aunque nunca están en lo bueno, siempre están en lo malo, por estar desde el principio hasta el final encaminandome, aunque siempre haya sido muy cabezona. Gracias por apoyarme, y no decirme ni una palabra mala porque me gusten las tias, que es algo que no todo el mundo tiene esa suerte, gracias por apoyarme por lo mal que lo pasé cuando todo se acabó. Gracias a mi compañero por estar siempre escuchándome aunque diga mil veces lo mismo, por animarme los días que me dieron fuerte las bajonas, por aconsejarme en muchísimos temas, por hacer que no pierda los nervios más de una vez en el trabajo, y buscarme soluciones cuando yo misma entro en bucle. Gracias en general a todo lo que me ha enseñado éste año, incluso a las decepciones, porque gracias a las decepciones cada año soy un poco mejor persona, más humana, y más humilde, y gracias a la vida por la suerte que tengo al tener y mantener a las personas que tengo y mantengo al lado, gracias también a las que se fueron, porque su función ya la cumplieron. Y en resumen, no tengo aún todo lo que quiero, pero quiero todo lo que tengo, y lo más importante es que no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que te vuelves cuando te golpean, sin dejar de avanzar, porque nadie te golpeará más fuerte que la vida, y en eso consiste, en no dejar de avanzar nunca.
Bicho malo nunca muere
Quiero primero, darle las gracias a ti, A, si, a ti, porque como dice la canción "gracias por romperme en pedazos, así puedo verme mejor", gracias porque te fuiste, cuando más te necesitaba, y gracias a ello he salido del nido en el que estaba metida, y he cogido vuelo, tan alto, que ya no le tengo miedo a las alturas. Parecerá irónico pero no, realmente todo lo que has hecho después de dejarlo queriendo o sin querer, me ha dolido tanto, me ha hecho tantísimo daño, que imagínate lo mucho que ha tenido que doler, para que ya no duela, y no fue fácil, no ha sido fácil levantarme, pero gracias, porque gracias a ti, he descubierto que soy aún más fuerte de lo que pensaba. Y todo se lo debo a las personas que me han acompañado en éste larguísimo camino, gracias a mis amigas, a mis mosques por estar en cada momento al pie del cañón apoyándome en todo, gracias a las demás que no hace falta decir sus nombres para saber que han formado parte de éste aprendizaje, gracias a ustedes por no parar de hacerme reír, por el increíble verano que nos hemos pegado, por las noches en chipiona que han sido inigualables, por desvelarnos a las 6 de la mañana y sacar a paseo nuestra imaginación para hacer de las nuestras. Gracias a mi familia, porque aunque nunca están en lo bueno, siempre están en lo malo, por estar desde el principio hasta el final encaminandome, aunque siempre haya sido muy cabezona. Gracias por apoyarme, y no decirme ni una palabra mala porque me gusten las tias, que es algo que no todo el mundo tiene esa suerte, gracias por apoyarme por lo mal que lo pasé cuando todo se acabó. Gracias a mi compañero por estar siempre escuchándome aunque diga mil veces lo mismo, por animarme los días que me dieron fuerte las bajonas, por aconsejarme en muchísimos temas, por hacer que no pierda los nervios más de una vez en el trabajo, y buscarme soluciones cuando yo misma entro en bucle. Gracias en general a todo lo que me ha enseñado éste año, incluso a las decepciones, porque gracias a las decepciones cada año soy un poco mejor persona, más humana, y más humilde, y gracias a la vida por la suerte que tengo al tener y mantener a las personas que tengo y mantengo al lado, gracias también a las que se fueron, porque su función ya la cumplieron. Y en resumen, no tengo aún todo lo que quiero, pero quiero todo lo que tengo, y lo más importante es que no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que te vuelves cuando te golpean, sin dejar de avanzar, porque nadie te golpeará más fuerte que la vida, y en eso consiste, en no dejar de avanzar nunca.
Bicho malo nunca muere