Confesión
Estoy cansada de que todos se vean
con el derecho a opinar, a decir, a hablar
de nuestra historia, a decir quién fue
más mala de las dos, quién fue agua
y quién tormenta, quién fue calma y
quién paz, quién metió la pata hasta
el fondo, y quién lo sufrió, estoy
cansada de escuchar opiniones, de
escuchar lo que dicen, de ti, de mi,
de lo que fuimos, porque aunque ahora
no quieras ni mirar atrás, aunque ahora
vivas otra etapa, aunque ahora niegues
que esto un día fue lo más real que
sentimos, esta historia sigue, por mucho
que queramos olvidar, por muy poco
que la recordemos, sigue, sigue porque
nada puede borrar lo que un día fuimos,
aunque ya no seamos nunca más,
porque tienen razón
- necesitaba perderte, para no perderme -
y no es que no nos quisiéramos, es que
a veces el querer no lo es todo, y menos
con mil cosas en contra, hicimos lo que
pudimos, qué sabrán ellos, qué sabrán
de lo que luchamos porque esto
funcionara a pesar de que tu familia se
oponía, qué sabrán ellos de lo que era
tenerte al otro lado de la almohada al
despertar, qué sabrán ellos de lo que te
quería, si nunca vieron cómo se me
iluminaba los ojos al verte llegar,
si nunca vieron como me dolió tener
que dejarte ir, porque sabía que era lo
mejor tanto para ti como para mi,
hoy escribo este texto, porque si no
escribo me quemo, porque me está
consumiendo la impotencia de no
poder gritarle al mundo que yo si te quise,
a pesar de todo lo que la cagué en su
momento, a pesar de todos los que
no nos querían juntas, a pesar de todo
lo que se oponía ante ti, y ante mi,
qué sabrán ellos, si no estaban en mi
mente cuando me imaginaba a tu lado
50 años después, qué sabrán ellos
si no me vieron salir del pozo a tu lado,
qué sabrán ellos si no me vieron de tu
mano, mientras me sobraba el mundo
por tenerte al lado, qué sabrán ellos de
ti, y de mi, no les cuentes que un día
fuimos eternas, que nos queríamos
como hoy en día no se quiere, no les
cuentes que éramos tal para cual,
no les digas que sin conocerme ya me
querías, y que yo sin conocerte ya te
quería en mi vida, no les cuentes que
pasamos mil y una noche juntas, y que
ni aún así nos cansábamos, no les
cuentes que yo no quería nada eterno
pero que a tu lado todo fue tan efímero,
que el tiempo volaba, que te necesitaba
casi tanto como tú a mi cuando nos
queríamos, no les cuentes que algo se
clava cada vez que preguntan con qué
nos pasó, y pasó el tiempo, y las ganas,
y yo pensaba que eras tan real, que al
final me equivoqué, porque yo paraba
balas por ti, hasta que me di cuenta de
que eras tú quién apretaba el gatillo,
y te juro, que nunca he querido a nadie
igual, a pesar de que nunca me creyeras,
y ahora quién va a dormir en mi cama,
aún sabiendo de que hay noches en las
que sueño contigo, porque ya no te
quiero, es cierto, pero cuánto te quise,
porque hicimos lo imposible, hicimos
lo que pudimos mientras pudimos,
pero nos vencieron las ganas, te perdono,
porque si no lo hiciera no podría seguir,
te perdono, porque aunque tu bala fue
directa al corazón, sé que en el fondo
nunca fue con mala intención, te perdono,
porque aunque tú nunca me perdonaste,
yo si, porque para mi siempre fue más
importante lo que sentía por ti, que tu
guerra viva contra mi.