¿Que si le quería?

¿Que si nos queríamos? vaya que si
nos queríamos, y fue mucho antes de
conocernos, incluso sin conocernos
apenas y ya sentíamos ese algo que nos
decía que iba a ser para rato.
Pasó el tiempo, y no le dimos importancia,
cada cual por su camino olvidando esa
sensación de cuando por primera vez nos
vimos, hasta un día, ese día, en el que
supe que sintió lo mismo, y no dudé en
llamar su atención ni un segundo, fui
a hierro, como quien sabe que tiene todas
las de perder, pero piensa ganar sea como
sea, y entonces todo cambió.

No todo fue bonito al principio, yo era
una coraza entera hecha persona, y tú
sólo tenías miedo de la locura en la que
poco después nos adentramos, poco a
poco fui dándome cuenta que era la
persona con la que hubiera pasado toda
mi vida, la persona que me hacia llorar
y reír de alegría, con sus detalles, sus
sorpresas, sus ganas de querer(me),
sus ganas de vivir(me), no sé, era un
completo desastre, al igual que yo, por
eso tal vez encajamos tan bien desde
el minuto uno.

        - ¿Y qué pasó? - me preguntan.

¿Qué pasó? pues que las mentiras
llegaron, los celos con ello, las ganas
de vernos disminuyeron, todo fue
cayendo en picado, era pelea tras pelea
hasta que un día, de tantas gota a gota
reventamos el vaso, y ya cada cual por
su camino, yo evitaba mirar atrás, y tú
ni si quiera te hacia falta hacerlo, para
saber que querías descubrir otra vida,
y esta vez lejos de mí.

     - ¿Le sigues queriendo? - continuó preguntando.

No he dejado de hacerlo, pero yo no podía
seguir con algo que cada día me iba
matando poco a poco, lo intentamos
todo, al menos yo sí, pero no se pudo,
por mucho que quisimos, ahora sale con
otra gente, y yo con las de siempre,
evitando que salga el tema, evitando
que me acuerde algo más que no sea de
noche, en la cama, donde despertaba
conmigo cada mañana. Pero a veces
el dolor ya es suficiente, y no se puede
intentar revivir algo que ya está en
cenizas, y más cuando es alguien, que
por mucho que le cuides, no sabe
cuidarte, ni sabe valorar cada pequeño
detalle, aunque eso no quita lo mucho
que le quise, y lo que aún le quiero, pero
sé, que el amor igual que empieza,
acaba, y que merecemos ser felices,
aunque no sea de la misma mano.

Entradas populares de este blog

Nunca fuimos casualidad

Antes de que sea tarde

Te gané