Pasado y presente.
Llegué a un punto en el que
me paré, necesitaba hacerlo,
necesitaba parar y observar,
mirar atrás, y ver todo lo que ya
porfin, día a día, había conseguido,
mentiría si no dijera que dolió
ese corto tiempo que miré atrás,
y pensé en las cosas que ya no
tenía, en las personas que se
habían marchado, y no solo que
se hubieran alejado de mi con
el tiempo, sino que se habían
marchado en presencia, es algo
que nunca olvidaré, ese día cuando
se fue el motor más importante de
mi vida, o uno de los que más me
hacian avanzar en mis días malos,
pero bueno, el tiempo ha pasado,
la herida no ha cicratizado, porque
aún escuece, porque hay
recuerdos que dolerán toda la vida,
como cuando me dijeron que
habías fallecido mientras yo
estaba de fiesta, esperando volver
al día siguiente a casa para verte
de nuevo, pero bueno, este no es
el caso, pero siempre te acabo
sacando en todos los temas tristes,
y en los felices.
Volviendo al tema, miré atrás,
dolió, personas que fallaron y
pensaba que nunca lo harían,
personas que siguen estando y
espero que sigan estando,
amores que un día fueron, y ya no
son, pero queda el recuerdo, el
recuerdo de las mil y una
primeras veces que reconfortan,
o que duelen, recuerdos que
sacan grandes sonrisas, o inmensas
lágrimas, tantas cosas buenas, y
el doble de malas, o al revés, ya
no lo recuerdo.
Después de mirar atrás, de llorar,
y sonreír a la vez, o de sonreír,
mientras lloraba un poco después,
me di cuenta de que todo ello ha
sido lo que hoy, me ha llevado a
estar aquí, a ser un poco más
fuerte, y menos tonta, a ser tal
vez más mala, y menos buena,
pero a intentar sacarle siempre
algo bueno, a todo lo malo,
porque en ello, consiste la vida,
en saber sacarle lo positivo,
a todo lo negativo, y a pesar de
las tormentas, saber bailar bajo
la lluvia.