y ahora que te has ido, ¿qué más da el mundo?

Y ahora que te has ido son todo recuerdos, el tablón del cuarto con nuestras fotos, los peluches de la cama, las pulseras, las noches donde echo de menos tener alguien al lado. Y es que me acostumbré tanto a tus manías, a tu manera de querer, a esas ganas de comerse el mundo cuando todo era difícil, a la manía de dormir a mi izquierda porque te gustaba estar en el lado de la pared, cosa que yo odiaba, a odiar las salsas aunque a mi me encantaban, a necesitar 5 minutos para que se te pasaran los enfados, o comer todos los días azúcar para evitar los nervios.
Y es que ahora solo queda ser fuerte, y aguantar lo que venga, acomstumbrarse a levantarse los findes sin tus 'buenos días pequeña' al otro lado de la almohada acompañado de un beso, de esos besos que solo tú sabías dar. Y es que como dice esa canción 'nunca olvidaré un beso que ha llegado hasta el museo de mi alma'. Mientras escribo esto se me vienen mil recuerdos, desde la primera vez que te vi. Y es que me llenaba tanto esa sonrisa, esa forma de mirar que hacia que se removiera todo el sistema, que dejaron de ser mariposas, y comenzó a ser el zoológico que nunca antes había sentido. Y es que conseguiste tanto en tan poco, que ahora solo queda recordar lo bueno, y olvidar lo malo, y que siempre habrá un pequeño hueco para ti, en eso que llaman corazón, de donde ni aunque quiera puedo sacarte. Espero que seas feliz, porque te lo mereces, y que yo era 'un don nadie, que como nadie te quiso'.

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