Cambios.

Me han llamado de todas las maneras a lo largo de mis 15 años, he pasado por cosas que nadie ha pasado, pero sigo aquí, he intentado defenderme como he podido, he sacado uñas y dientes por quien de verdad me importaba, he dado mucho por personas que por mi han dado poco, he movido rocas por personas que no han sido capaz de mover por mi una piedra. Me han matado las ilusiones más veces de las que las he tenido, y claro, llega un momento en el que cambias, llega una persona, te da el último palo, te arrastras y arrastras, haces oídos sordos a lo que dicen, y tú decides cambiar, de ser cariñosa a ser seca, de arrastrarte a tener dignidad, a tener orgullo, todo te va a mejor, con ese cambio tu vida mejora, por darte a valer, te valoran más, ¿orgullo? te sobra, si no te hablan, no les hablas, ¿se enfadan? que se enfaden, pero sabes cuando pedir perdón. Te llaman orgullosa cuando se dan cuenta de que ya no es como antes, de que ya no vas a arrastrarte más, y más que orgullo es .. dignidad. Pero la culpa de tus actos no la  tienes  tú, la tienen las personas que aparecieron en tu vida y te hicieron cambiar.

Entradas populares de este blog

Nunca fuimos casualidad

Antes de que sea tarde

Te gané