Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2019

Te gané

Ojalá pudiera sacarte de mi cabeza, ojalá no pensara en ti todo el rato, ojalá tuviera la oportunidad de decirte todo esto a la cara, ojalá me sacara tus ojos de mi recuerdo, y ojalá te sacara a ti del corazón, no hay ni un día que no piense en qué hubiera sido, si no fuera por nosotras, por nuestro orgullo, por nuestras tonterías, por todo en general, la realidad es que llevo todo el verano sin verte, y no sé cómo voy a reaccionar cuándo vuelva a hacerlo , seguro que no podré dejar de mirarte, como cuando éramos una. Siempre tuviste nueve mil complejos, pero te juro que si te vieras con mis ojos, te olvidarías de todos ellos, a veces te odio, por todo lo que te quiero, quién me iba a decir a mi, que un día, iba a escribir éste texto por ti, ¿recuerdas cuándo jugábamos a ver quién quería más a quién?,        ...

Huir de todos, hasta de mi

A veces me encantaría huir, hacerme chiquitita en este mundo tan grande y que nadie pudiera encontrarme, huir de todo y de todos, no escuchar nada que no sea el silencio, a veces me gustaría escapar tan lejos que nadie supiera dónde me encuentro, escapar de los problemas, de lo que grito cuando callo, de lo que siento cuando cuando veo que no soy capaz de mejorar la situación, escapar de mi familia, de mis amistades, de ti, de mi alrededor en general, esconderme en un sitio pequeñito y cálido, dónde nadie me moleste, dónde nadie tenga permiso para entrar sin que yo se lo autorice, dónde haya sólo soledad y tranquilidad, porque a veces, muchas veces me encantaría huir, incluso de mi.

Día 422 sin ti:

No te echo de menos, echo de menos lo que éramos, echo de menos que te conocí en mi peor momento y hacias lo posible porque saliera a flote, como dice nuestra canción: « la he visto recoger suelo en pedazos del suelo, solo pa' coger fuerzas y poder darme un abrazo » ,  echo de menos las veces en que éramos tú y yo contra todos, tú y yo contra el mundo, no sé qué nos pasó, sólo se que desde que pasó, nada volvió a ser lo mismo, ni tú, ni yo, hice las cosas mal, lo sé, ambas lo hicimos, fue como la pescadilla que se ´ muerde la cola, pero aún así intenté arreglar todo lo que había roto, pero no lo supiste ver, no lo supiste valorar, con el tiempo me dijiste que te habías dado cuenta de que realmente había luchado por lo nuestro, pero ¿ahora dónde estás? de qué sirvieron tus palabras vacías, si cada día era más fría tu mirada, si cada día yo más  me apagaba, ya no sirve de nada todo lo que escribo porque ya todo está perdido, sólo espero un día poder desahogar...