Un mundo imaginario lleno de sueños

Una vez más que no sé cómo empezar, hay tantas cosas que nunca te dije, como el día en que te conocí, nunca te dije que la conexión que sentí fue tan grande como un huracán que va destruyendo todo a su paso. No me preguntes cómo pasó, ni el qué pasó, pero supe que debía conocerte, pero ni de lejos esperaba lo que ahora somos, nunca lo pensé, pasó solo, casi sin querer. Nunca te dije que vi tus ojos tristes, que sabía que debía quedarme, que tal vez no sirviera de mucho, pero quería descubrir todo lo que rodeaba tu mente. Tampoco te dije que yo venía de tormentas, y que tú eras como ese rayo de luz que entra por la mañana , dando vida a tanto, sin casi quererlo. Nunca te dije que tuve tanto miedo de gritar a los cuatro vientos todo lo que sentía, porque significarían muchas cosas, la primera, que si lo hacia, y te ibas, algo de mi, se iría también contigo, la segunda, que si era recíproco significarían muchas guerras que ya hemos lidiado, y las que aún nos quedan por lidiar, y la tercer...

Cuando el amor se acaba, se nota, ¿cuántas veces te has dado cuenta que se acababa sin decirlo?, ya no escribe como antes, no tiene los detalles que antes, ya ni siquiera te pregunta qué tal te ha ido el día, no se preocupa por cuidarte, no se preocupa por quererte, pasan horas y horas entre mensajes, cuando antes al menos sacaba 30 segundos para decir “te echo de menos, nada más termine hablamos”. Ya no te dice “baja, estoy aquí”, “¿nos vemos hoy?” “¿puedo llamarte?” o simplemente ya no te llama de sorpresa como antes, ya sólo son los besos por costumbre y no por ganas como antes. Ya no te envía fotos cuando le dices “¿qué tal, que te cuentas?”, y empiezan los “para 5 minutos nos vemos otro día” cuando antes era “aunque sea nos vemos 5 minutos”. Ya no le brilla los ojos al mirarte, ya no busca excusas para hacerte reír, ya no busca tiempo para estar contigo. Y así, es como se apaga el amor, sin casi darte cuenta, casi sin querer, se va apagando poco a poco, a veces no hace falta decir...

Cómo quieres que te lo explique,  cómo quieres que te diga que mis miedos crecen a raíz de que  éste corazón empieza a latir, y parecía muerto, parecía que los  gusanos del estómago no iban a convertirse en mariposas nunca más.  Cómo quieres que te explique, que soy  más inseguridad que persona, que tenía  un bloqueo, que se desbloquea cuando  te miro, que mis inseguridades se  alimentan, y se ríen en mi cara mientras me dicen "quédate, pero jódete con lo que venga" . Es muy difícil ser yo, estar en mi mente, y ´ luchar a contracorriente contra los  mil pensamientos que baten sus alas, y crean nido en mi cabeza. Cómo quieres que te explique, que yo siempre  he tenido mil corazas, y tú apareciste para  reventarlas todas, y que eso, quizás, es lo que  más miedo me de, no volver a sentir nunca más  esa adrenalina de sentir que te vas a chocar, pero  aún así aceleras. No quiero pensar en que un día se acaba. Ojalá, a pesa...